“Los obreros sólo recuperarán su dignidad, como hombres y trabajadores, cuando acaben con el capitalismo como estructura social opresora” (Ed. Almadraba).
La cita es literal. Ahora viene lo más complicado: ¿a quién corresponde y en qué fecha se pronunció esta frase? Si hiciéramos una encuesta con esta pregunta lo más probable sería que identificaran como autor a Stalin y la dataran en torno a los años veinte del siglo pasado. Lo siento, respuesta lógica, pero incorrecta. Corresponde a un libro de texto de los que se están utilizando ahora mismo en los colegios para educar a las nuevas generaciones de españolitos en ciudadanía; para los que tengan más de cincuenta años, la nueva versión de la Formación del Espíritu Nacional.
Resulta que tenemos un país con cinco millones reales de parados -incluyendo los no inscritos y los que trabajan recibiendo cursos-; se buscan desesperadamente fórmulas para incentivar la creación de empleo -que eso es precisamente lo que hacen los empresarios- y, al mismo tiempo, se educa a las nuevas generaciones en la necesidad de acabar con los empresarios.
La culpa de todo la tiene el neoliberalismo, dicen, que es funesto para los obreros, ¿y saben por qué?, “porque son más las personas que quieren trabajar que los puestos de trabajo disponibles” (Ed. McGraw-Hill). La solución a este problema no es la que usted piensa: pues ayudemos a crear puestos de trabajo para todos los que quieran trabajar. Otra vez se ha equivocado. La respuesta es: eliminemos a los empresarios y, con ellos, los puestos de trabajo que aún quedan.
¿A qué estamos jugando? Me parece bien que cada uno tenga su propuesta para la organización de la economía, aunque proponga fórmulas ya ensayadas y fracasadas, con unos tremendos costes. Lo que ya no es razonable es que se pretenda imponer a las nuevas generaciones una visión tan trasnochada, parcial, sesgada y panfletaria de la realidad social.
Señores promotores de la Educación para la Ciudadanía, esas ideas deben proponerlas en el ámbito político y tratar de revalidarlas en unas elecciones; pero no utilicen la educación para tratar de conseguir, mediante el adoctrinamiento de niños, lo que no son capaces de conseguir en un debate en libertad.
Una pregunta, una vez que hayan desaparecido todos los empresarios ¿cuál es su alternativa para crear empleo?
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