Hay quien distingue por ahí entre marketing viral, marketing de guerrillas, marketing estratégico, y no sé cuántas clasificaciones más. ¿Qué nombre le damos a esta forma de llamar la atención de los posibles clientes, animándoles a que entren y realicen una compra, aunque no sean clientes habituales?
En un mercado maduro, con exceso de oferta, la única manera e crecer, de conseguir nuevos clientes es “robándolos” a la competencia. Para eso hay que vencer la inercia del consumidor a cambiar de proveedor. ¿Por qué no animar a esos consumidores a que se animen a entrar en nuestro negocio, aunque no hayan tenido aún ninguna experiencia con él?
No sé el resultado de este cartel, pegado en la puerta de una frutería, recién abierta, en un pueblo de la provincia de Sevilla. Lo que sí puedo certificar es que es una campaña amable, que anima a entrar –al menos una vez-, barata y tremendamente creativa. Con un punto de buen humor, tan necesario ahora. Mis felicitaciones señora por su innovación.
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