Un cuento de Cuaresma

“Un Cuento de Navidad”  es el título de la conocida novela corta escrita por Charles Dickens en 1843. En ella cuenta cómo un individuo huraño y avaricioso –el malvado señor Scrooge–  cambia por completo, convirtiéndose en una persona encantadora, como consecuencia de una serie de sucesos que ocurren durante  la Navidad.

No sólo hay cuentos de Navidad. También los hay de Cuaresma y de Pascua y, casi siempre, del Tiempo Ordinario, es decir: cotidianos.

El que les cuento hoy, absolutamente real, se ha desarrollado a lo largo de varios meses. La historia, en principio, es bastante común: joven inmigrante que viene a España buscando un futuro mejor. Desarraigada y sin referencias familiares, al cabo de unos meses queda embarazada. El padre se quita de en medio. Sola y sin recursos la única salida que ve es el aborto.  Afortunadamente se cruza en su camino una persona de Red Madre que le hace reconsiderar su decisión. El niño nace, aunque ahora empiezan para la madre otro tipo de problemas: atender a su alimentación, ropa, pañales, medicinas y todo lo demás. Desde la Bolsa de Caridad de una Hermandad de Sevilla se hacen cargo de ésos gastos. Una empresa de distribución farmacéutica también colabora, con lo que esta ayuda es extensible a otros niños. La madre  quiere bautizar a su hijo y, agradecida, pide que el padrino  sea el responsable de la Bolsa de Caridad de la Hermandad que le está ayudando, quien accede.

El flamante padrino, con el consentimiento de la madre, hace al recién bautizado hermano de la Hermandad y, desde su posición de padrino, asume la responsabilidad de preocuparse por la formación del recién bautizado.

Así termina la historia, por ahora. Una serie de circunstancias encadenadas: Red Madre, la Hermandad, la distribuidora farmacéutica, el padrino y algunas más, unidas al coraje de la madre, hacen posible que una historia que, en principio, se anunciaba tremenda, con el final de un  niño troceado en el seno materno  y arrojado al cubo de la basura, hoy tenga  una continuidad  abierta a la vida.

¿Es o no, un precioso Cuento de Cuaresma, o mejor, un cuento cotidiano?  Como en la novela de Dickens podríamos ponerle el mismo final, las palabras de uno de los protagonistas, Tiny Tim: Y que Dios nos bendiga a todos.

(Emitido en COPE-Sevilla, en el Programa “La palabra que queda”  el 23-03-2012).

 

 

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