Aprender de los abuelos

Transcribo algunas definiciones sobre “quiénes son los abuelos” escritas por niños de 8 años. Todas son reales.

1- Los abuelos son una señora y un señor a los que les gustan mucho los niños pequeños.

2- Todo el mundo debe buscarse unos abuelos, son las únicas personas mayores que siempre están contentas de estar con nosotros.

3- Los abuelos son gente que no tienen nada que hacer, solo están ocupados cuando nosotros los vamos a visitar.

4-  Los abuelos son personas con las que es muy divertido ir de compras.

5- Cuando salimos a pasear con ellos, se detienen para enseñarnos cosas bonitas como hojas de diferentes formas, un ciempiés de muchos colores o la casa del lobo.

6- Nos responden preguntas como ¿Por qué Dios no está casado? o ¿Por qué  los perros persiguen a los gatos?

7-  Ellos no nos dicen: “¡Date prisa!”.

8- No les importa contarnos el mismo cuento varias veces y les encanta leernos historias.

9- Ellos saben que antes dormir podemos comer “algún dulce”, les encanta rezar con nosotros y nos besan y consienten aunque nos hayamos portado un poco mal.

10- Mis abuelos son de lo mejor; nos dejan correr, saltar en la cama y si mis padres  nos quieren reñir,  ellos les riñen a ellos.

            ¿Divertidas?, ¿ingenuas?: no. Son, todas, definiciones muy serias que dan muchas pistas sobre lo que los demás esperan de nosotros en las relaciones personales,  también de los directivos (los que lo sean). Están expresadas desde la perspectiva del niño, como es natural, y todas tienen algo en común: “Yo soy importante para mis abuelos”.

            A mis abuelos les gusta mucho estar conmigo (1).

           Parece que  no tienen  otra cosa que hacer excepto atendernos, porque cuando vamos a verlos son felices y nos hacen sentir únicos (2,3).

         Se pasa muy bien con ellos y saben hacer divertida cualquier actividad, incluso las más aburridas (4).

        Saben cuáles son las cosas que realmente son importantes y nos interesan,  y nos las explican (5,6).

        Cuando están con nosotros nunca tienen prisa. Nos dedican todo el tiempo necesario, en el que nos cuentan historias  o nos repiten una y otra vez el cuento que más nos gusta. Nos atienden con serenidad. (7,8).

        Son flexibles, saben reconocer qué es lo importante y qué lo accesorio.  Si nos portamos mal nos perdonan con un beso, con un detalle de cariño (9).

        Y somos muy importantes para ellos. Tanto que, si es necesario, dan la cara por nosotros ante quien sea, incluso ante nuestros padres (10).

        Todo un tratado sobre relaciones familiares, laborales o de amistad. Creo que es importante que todos vayamos aprendiendo a ser abuelos e incorporando esos criterios a nuestra vida diaria.

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