LO QUE NO SE VE

¿Cuál es la diferencia entre estas dos oficinas?, a simple vista ninguna; pero la de la derecha tiene instalado un cableado apto para soportar un potente sistema informático, además de wifi y tomas de televisión convencional y por cable. No se ve, pero es lo que aporta un valor diferencial a esa oficina y quien la ocupe lo percibirá, nada más instalarse en ella. No se ve; pero se aprecia al comenzar a trabajar.

En las empresas ocurre lo mismo. La organización debe estar soportada por la ideas, es decir: por los valores en los que ese proyecto se apoya para conseguir sus objetivos. ¿Queremos conseguir nuestros objetivos apoyándonos en la lealtad con los empleados, clientes y proveedores?, ¿consideramos importante la calidad y la innovación cómo aportaciones al bien común y no sólo como herramientas de marketing?, ¿estamos atentos –especialmente en las pymes- al desarrollo personal de los empleados o centrados sólo en su productividad a corto?

La respuesta a estas preguntas –y algunas más que podríamos plantear- será la expresión de los valores, articulados en una ética, que desarrollarán la cultura de la empresa.

No es un tema banal, ni de interés exclusivamente académico. Cuando la empresa pierde la conexión con los valores iniciales (cuando “se cae el sistema”), los empleados se desconciertan; los mejores, o los de mayor potencial se van, y el resto queda desmotivado y pasan de colaborar en un proyecto, a ir a la empresa a ganarse un sueldo, pero sus ilusiones están en otro sitio.

La tarea del líder es, precisamente, mantener el sistema, identificar e impulsar los valores que soportan la empresa, los que conforman la cultura empresarial, y si se pierden, a veces ocurre, recuperarlos.

Éste no es un ejercicio académico, va en ello la supervivencia de la empresa.

2 comentarios

  1. Conchita G.

    ¡Lleva toda la razón!, eso es exactamente lo que ha pasado en mi empresa. Se fue el anterior jefe y el nuevo ha cambiado la filosofía. Se sigue facturando lo mismo – por ahora- pero se ha ido gente buena. Y los que quedamos ya no tenemos las ganas que teníamos antes.

  2. Araceli

    Amiga Conchita, dices que tu empres ha perdido los valores, pero en la mía los valores “ni están ni se les espera”. Así vamos, con una rotación de puestos de trabajo increíble. Y no hay más por la crisis.

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