Las películas estadounidenses siguen teniendo un peso importante en las cuotas de pantalla. Reflejan, de forma más o menos explícita, la cultura de los Estados Unidos, sus planteamientos ante la familia, la educación, sus debilidades y sus aspiraciones. En ocasiones ese reflejo puede estar distorsionado, pero  dan una visión de conjunto bastante ajustada a la realidad.
¿Qué modelo de empresa proponen? Suelen ser grandes corporaciones, con directivos agresivos, muy centrados en los resultados, incluso por encima de las personas, informales, ágiles, innovadores, con gran capacidad para asumir riesgos y encajar fracasos. Casi nada importa, excepto el éxito.
Detrás de esa imagen hay algo cierto, un sustrato cultural con una propuesta de  empresa teñida de la ética protestante del trabajo, algo que resumió muy bien Max Weber en su ensayo sobre “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”: es importante buscar el éxito, la ganancia y la riqueza, concebidos como signo y medida de la elección y de la propia salvación.
¿Y en Europa, existe también un modelo de empresa definido?  Quizá la pregunta no sea ésa, más bien habría que preguntarse si hay un modelo cultural europeo que tenga su reflejo en el mundo de la empresa.
Europa no es un espacio geográfico, sino cultural. El fiasco del intento de imponer una extraña “Constitución Europea”, o las discusiones sobre la incorporación de Turquía a la UE, son algunas manifestaciones externas de este hecho. Las señas de identidad sobre las que se construye Europa son la filosofía griega,  a la que se añade el sentido de organización de los romanos, que la dota de eficacia práctica,  y que es llevada a su plenitud por el cristianismo. Es en torno al siglo XIII cuando Santo Tomás de  Aquino, europeísta convencido, culmina esa síntesis entre la filosofía griega y el cristianismo y cuando las Universidades europeas, los monasterios y el trasvase de estudiantes y peregrinos a lo largo y ancho de Europa van conformando una cultura común.
Distintas circunstancias históricas han ido difuminando el concepto de Europa. La última es la que podemos denominar  el “marxismo cultural”. Agotado el discurso económico del socialismo, por el desarrollo social y económico y la caída de los sistemas comunistas, resurge un marxismo heterodoxo en el que el capitalismo perverso de la clase dominante, se sustituye por el fundamentalismo religioso, la homofobia y ese cajón de sastre que es el fascismo. Todos esos “males” se resumen en uno: acabar con la vieja cultura europea.
Pero la herencia cultural europea no pertenece al pasado: es un proyecto para el futuro. Poco a poco se van dando pasos en este sentido: la unificación del marco jurídico-fiscal, la libre circulación de trabajadores, las sugerencias de Lisboa sobre la Carta Magna europea, la moneda única y las reformas contables, las becas Erasmus, son pequeños avances que van construyendo futuro.
Curiosamente, uno de los factores que más está contribuyendo a la unidad europea -también a la unidad cultural- son las líneas aéreas de bajo coste. Cada fin de semana son muchos los jóvenes, y no tan jóvenes, europeos que se mueven por Europa como por el patio de su casa. Visitando amigos (otra consecuencia de las becas Erasmus), o simplemente conociendo otros países. Cuando, dentro de unos años, se escriba la historia de la reconstrucción de Europa, junto con la obligada referencia a  Robert Schuman y a Juan Pablo II, habrá que dedicar un capítulo especial a Santo Tomás de Aquino y otro a las “low cost”, por su aportación fundamental, en los siglos XIII y XXI, al resurgir de Europa.
Los mimbres para tejer el cesto del modelo empresarial europeo están definidos: la empresa como ámbito de desarrollo personal; la responsabilidad social de la empresa; la profundización en el concepto y fines de la familia, para una adecuada armonización familia-trabajo.
Existe un modelo empresarial europeo que contraponer a las caricaturas de las películas americanas; pero hay que elaborarlo cada día y hacerlo rentable.

08.01.08

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *