El sábado me invitaron a mantener una charla-coloquio con un grupo de colegiales del Colegio Mayor Albayzín, de Granada, sobre el papel que puede tener hoy en la Universidad unas instituciones nacidas en el siglo XVI. Fui con gran interés, ya que hace años yo también fui colegial de ese mismo Colegio Mayor.
¿Tienen sentido hoy los colegios mayores universitarios? Si lo que el estudiante que tiene que desplazarse fuera de su residencia para ir a la Universidad lo que busca es un lugar donde tener alojamiento, comida y un lugar para estudiar, no merece la pena ir a estas instituciones. Si, además, quiere un plus de formación universitaria, más allá de los conocimientos y habilidades propios de la carrera elegida, entonces sí.
¿En qué consiste ese plus de formación específicamente universitaria? Si laUniversidad debe contribuir desde una posición de primera importancia, al progreso humano, como los problemas planteados en la vida de los pueblos son múltiples y complejos —espirituales, culturales, sociales, económicos, etc.—, la formación que debe impartir la Universidad ha de abarcar todos estos aspectos. Ésta es, precisamente, la función de los Colegios Mayores: ser foros de formación y opinión en la que poder desarrollar esas actitudes propias del universitario, el de hoy, el de mañana, como el de hace cuatrocientos años. Intentar que la Universidad no quede reducida a un centro de enseñanzas técnicas –más o menos excelente- que otorga la cualificación legal y instrumental necesaria para poder ejercer una determinada profesión.
Fue un buen rato en lo intelectual y, también, en lo afectivo. Siempre gusta volver a encontrarte con las referencias de tu época de estudiante.
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