Creación de empresas con éxito

Me invitaron a ir a un Colegio Mayor de Sevilla –el Colegio Mayor Almonte-, para dar una conferencia-coloquio sobre un tema que cada vez interesa más  a los universitarios. Ante las perspectivas laborales, con un 50% de paro entre la población juvenil, muchos empiezan a pensar que quizá no sea tan mala idea eso de crearse su propio puesto de trabajo: montar una empresa.

El problema es que existe un gran desconocimiento sobre cuáles son las claves  para que una empresa tenga alguna posibilidad de salir adelante.

Estas son, muy resumidas:

–          Que atienda necesidades reales del mercado. Hay emprendedores que confunden sus aficiones o gustos con las necesidades del mercado. Que uno sea aficionado al esquí –por ejemplo- no quiere decir que en su ciudad haya necesariamente mercado para una tienda sobre deportes de invierno.

–          Un proyecto bien definido. No basta con marcar unas ideas sobre la empresa. Ésta tiene que estar definida hasta los más pequeños detalles. Para eso es necesaria la elaboración meticulosa de un Plan d Empresa que contemple todas las variables a atender.

–          Con financiación suficiente. Es un error pensar que para constituir una sociedad limitada hacen falta 3.000 €. Harán falta 3.000 o 30.000. Los que me exija el Plan de Empresa, teniendo en cuenta, además, que durante los primeros meses, o durante el primer año, es muy posible que no se generen ingresos apenas y haya que seguir poniendo dinero.

–          En permanente innovación. Una de las claves más olvidadas es la necesidad de estar desplazándose continuamente por la cadena de valor. Eso consiste en un análisis permanente del entorno, para anticiparse a las tendencias del mercado y de los procesos, para tratar de hacerlos ganar en eficacia y eficiencia.

–          Con sentido común. Las empresas las hacen personas. La calidad de la empresa, por tanto, dependerá de la calidad de las personas que las conforman. ¿Cómo se mide la calidad de una persona?, por su capacidad para mejorarse como tal. Aquí entraríamos en el interesante debate de la ética personal; pero eso ya lo veremos otro día.

No sé si animé o desanimé a los asistentes; pero , al menos, ahora ya saben a que atenerse.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *