CDAE

R.- Vayamos por partes. En primer lugar lo que usted llama “bienes de la Hermandad” en realidad son “bienes eclesiásticos”. Eso es lo que dice El Canon 1257.1 del Código de Derecho Canónico: «Todos los bienes temporales que pertenecen a la Iglesia universal, a la Sede Apostólica o a otras personas jurídicas públicas en la Iglesia, son bienes eclesiásticos».   Lo que supone que los bienes de las Hermandades, que son personas jurídicas públicas en la Iglesia, pertenecen a la Iglesia, aunque sean administrados por la Hermandad.

Por otra parte el mismo Código de Derecho Canónico, en el Canon 492, establece que en cada Diócesis debe nombrarse un Consejo Diocesano de Asuntos Económicos formado por expertos en economía y derecho civil, normalmente laicos. Los nombres de los integrantes de ese Consejo en la Archidiócesis de Sevilla están publicados en la web de la Archidiócesis.

Las funciones de este Consejo, siempre según lo dispuesto en el Código de Derecho Canónico, son: preparar cada año el presupuesto de ingresos y gastos para todo el régimen de la Diócesis en el año entrante, así como aprobar las cuentas de ingresos y gastos a fin de año. También dar su consentimiento para que el arzobispo (sí, el Arzobispo) y las personas jurídicas sujetas al mismo (las Hermandades) puedan realizar actos de administración extraordinaria, así como enajenar o arrendar bienes de la diócesis o de las personas jurídicas que dependen de él.

Así son las cosas. Podrá gustarle más o menos; pero son las normas de Código de Derecho Canónico, que rige para toda la Iglesia Universal. Créame, no es un tema que afecte sólo a las Hermandades de Sevilla, sino a todas las personas jurídicas públicas de la Iglesia, en cualquier país del mundo.

Un último apunte para su tranquilidad: me consta que los miembros del Consejo Diocesano de Asuntos Económicos de la Archidiócesis de Sevilla realizan su trabajo con total profesionalidad e independencia.