TRES PATAS PARA UN BANCO

       banco tres patas

Cualquiera sabe cuál es la principal característica de un banco con tres patas: nunca cojea, porque tres puntos definen un plano y  por tanto las tres estarán siempre en el mismo plano.

Que no cojee no quiere decir que el asiento  esté en posición horizontal. Si las patas tienen distinta medida aunque la banqueta no cojee puede estar inclinada y  resultaría muy incómoda.

El ejemplo de la banqueta nos sirve para las hermandades. También en ellas hay tres patas, tres líneas de trabajo: las actividades que ha de realizar para cumplir su misión; los procesos administrativos que debe llevar a cabo para que la hermandad funcione y el conocimiento de los fundamentos doctrinales en los que se asienta. Las tres tienen que estar igualmente desarrolladas y ser suficientemente sólidas, si no la hermandad no resultaría confortable.

– La primera de estas patas, de estas líneas de trabajo, se lleva bastante bien en casi todas. Las actividades de la hermandad son las  que debe realizar para cumplir su misión: caridad, cultos y formación. No hay que explicar aquí la decisiva labor que llevan a cabo las hermandades en Caridad, no sólo en ayudas materiales, también ejercen otra formas de Caridad: acompañamiento a personas solas, atención a inmigrantes, ayudas a madres para que lleven a término su embarazo, atender adicciones, ayudar a la reinserción de presos y muchas cosas más, porque la Caridad es amor y este es inabarcable.

Los cultos suelen resultar impecables: misa semanal, quinario, Función Principal, en la que despliega toda la solemnidad de la liturgia, la pulcritud en la vestimentas de los acólitos, la organización de la cofradía, alarde de organización, catequesis plástica y alimento de la religiosidad popular.

También son muchos y muy variados los medios de formación que ofrecen las hermandades a sus hermanos. En la mayoría de los casos adecuados a las distintas edades y necesidades de los hermanos.

La segunda pata quizá es más tediosa, menos brillante, pero imprescindible. Una hermandad es una organización de personas a las que hay que atender  adecuadamente y que precisa de  procedimientos administrativos y contables, como corresponde a una organización que va desde unos  cientos a miles de hermanos Es imprescindible la llevanza de una  contabilidad clara y homologable. Atender las comunicaciones y la información general  y puntual, atención a los hermanos, controlar las redes sociales, política de compras, obligaciones formales con Hacienda y el Ministerio de Justicia. También con la Diócesis. En estos temas las hermandades van avanzando continuamente.

-En lo que respecta a la tercera pata, la fundamentación doctrinal de la hermandad, es la más difícil de evaluar, no se puede medir cuantitativamente, pero es imprescindible que las hermandades posean una cosmovisión cristiana completa y fundamentada, una concepción global de la sociedad, de la persona y de su fin trascendente. Esta cosmovisión se ha de fundamentar en el Catecismo, la Doctrina Social de la Iglesia y la abundante catequesis que los últimos papas vienen proclamando. Todo eso permite  tener una idea de los distintos modelos sociales y económicos, para proporcionar  a los hermanos referencias sólidas.

Estas tres patas requieren una actividad constante, porque la sociedad es dinámica y, como los barcos, hay que estar gobernándola  continuamente en función de los vientos para no perder el rumbo.

Tres patas para un banco, equilibradas, dedicando a cada una la atención que precise, si no queremos que el banco se incline y resulte incómodo.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *