P.- Me acabo de enterar que se ha publicado el Decreto por el que se crea el Protectorado Canónico de la Archidiócesis de Sevilla, con el que hace tiempo vienen amenazando. ¿Qué supone realmente ese Decreto para la vida corriente de las Hermandades?
R.- Tiene buena información. Efectivamente ayer viernes, 24 de febrero, se firmó y presentó el Decreto por el que se promulgan las Normas de Funcionamiento del Protectorado Canónico de la Archidiócesis de Sevilla, que entrarán en vigor el próximo miércoles 1 de marzo.
El comentario más inmediato, que seguro es el que se da en algunos corrillos cofrades, es que ésta es una nueva vuelta de tuerca del Arzobispo para controlar a las Hermandades, conocer sus cuentas y tener más datos para exigirles su aportación al Fondo Común Diocesano.
No van por ahí los tiros.
Hace pocos meses –el 31 de mayo de 2016- la Conferencia Episcopal Española firmó un acuerdo con Transparencia Internacional a favor de lograr una mayor transparencia en su funcionamiento y en el de todas las Diócesis, entidades y asociaciones dependientes, como es el caso de las Hermandades. Ese acuerdo se concreta, entre otras, en las siguientes actuaciones:
- Impulsar en todas las diócesis el Portal de Transparencia.
- Desarrollar una adaptación del Plan contable de entidades no lucrativas, para las entidades religiosas (las Hermandades), para mayor claridad en las cuentas.
- Implantar, en una primera fase, una Oficina de rendición de cuentas para Fundaciones y Asociaciones.
En este contexto se crea este Protectorado, que nace con vocación de ayudar a las hermandades en el cumplimiento de las disposiciones canónicas y civiles que les afectan, especialmente las obligaciones derivadas de la Ley 49/2002, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo, y de la Ley 19/2013, de Transparencia. Para ello este Protectorado tiene las siguientes funciones, de cara a las Hermandades:
- Prestar asesoramiento y apoyo técnico en temas jurídicos, contables, financieros y tributarios.
- Normalizar la rendición de cuentas.
- Tutelar los actos de administración extraordinaria.
- Velar por la correcta aplicación de los beneficios fiscales.
No es, por tanto, un “invento” de la Archidiócesis de Sevilla para controlar a las Hermandades. Se inscribe en un contexto más amplio; responde al compromiso de la Conferencia Episcopal Española de ser especialmente escrupulosa en el cumplimiento de la normativa canónica y muy especialmente en el de las nomas civiles que afectan a la Iglesia y a las instituciones y asociaciones dependientes de ella. Para ello monta este Protectorado con la misión de ayudar y verificar que las cosas se hacen bien. Se trata de evitar a las Hermandades, entre otras, de consecuencias indeseadas por desconocimiento o error en el cumplimiento de las normas civiles que les afectan.
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